
SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
KEVIN LÓPEZ (AUTOR)
De Dónde se Obtiene la Materia Prima.
Todos los cultivos generan, en mayor o menor grado, una cantidad importante de masa residual. En el caso de los distintos tipos de cereales, la principal masa residual que queda después de las labores de la cosecha corresponde a la paja o pasto seco. Este desecho, proviene de las plantas pertenecientes a la familia de las gramíneas, cuyo fruto (principalmente) sirve de alimentación para el hombre y animales domésticos.
http://200.10.23.169/images/Pdf%20Completo/Trabajo%20de%20Titulo_%20Construccion%20con%20Fardos.pdf
Los cultivos para cosechar paja incluyen: alfalfa, trébol, sorgo, alpiste arundinácea, cebadilla perenne, pasto bermuda, pastos naturales, granos de cereales como avena, cebada y trigo. Son estos últimos los que proporcionan la materia prima adecuada para la construcción con fardos.
No se debe confundir la paja utilizada para forraje con la que se propone como material de construcción. La primera, se destina como recurso para atender las necesidades alimenticias del ganado durante el período en que los pastos escasean en el campo, como resultado de condiciones climáticas adversas; y la segunda, es el residuo que arroja la cosecha de cereales y que no está destinado a la alimentación del ganado sino que, entre otras cosas, para la elaboración de cama de animales.
Los cereales, al momento de la cosecha, deben poseer un bajo contenido de humedad, menos de un 15%. El grado adecuado de humedad se tiene cuando los tallos se muestran ligeramente quebradizos o suenan al pisarlo, con el característico ruido de planta seca, lo que le permite ser almacenado por tiempo indefinido sin sufrir alteraciones. Bien elaborado se presta para servir en cualquier época del año.
Los rastrojos presentan ventajas e inconvenientes. Sin embargo, practicada en condiciones aceptables de medio ambiente, sus ventajas se incrementan. Algunas de estas ventajas saltan a la vista, como por ejemplo, es muy fácil de mover para llevarlo a donde sea necesario, con reducido esfuerzo y pérdidas.
Para su almacenamiento, se menciona que los galpones cerrados son lo más convenientes para guardar el rastrojo; en la práctica son bastante frecuentes. Sin embargo, si éste no fuera el caso, es posible improvisar sistemas baratos, que aunque con algunos inconvenientes, permite salvar situaciones de apremio.
Como se menciona este recurso presenta algunas desventajas o inconvenientes, que es importante señalar:
Para elaborarse en condiciones naturales se requiere clima favorable: esto implica una limitación en las zonas más lluviosas del país. Sin embargo, sabiendo cuáles son las exigencias y en que área se encuentran estas, su elaboración se lleva a cabo sin mayores problemas. En Chile se sabe que la zona más apropiada climáticamente es la central regada.
Necesidad de galpones para su almacenamiento: el rastrojo no puede almacenarse al aire libre; es preciso hacerlo en galpones o construcciones a propósito, protegidas de la lluvia, pudiendo improvisar sistemas económicos.
Peligro de incendios o combustiones espontáneas: estas dos posibilidades están siempre latentes en materia seca almacenada, sea porque los galpones no están bien guardados del tránsito de personas o porque su contenido de humedad es superior al recomendable. En el primer caso pueden ser focos de incendios por descuido o intencionales; en el segundo, porque se producen fermentaciones con producción de elevada temperatura, que conduce a la inflamación espontánea del fardo. En el país, felizmente, daños de esta naturaleza no parecen ocurrir frecuentemente.
